Reseña: Dani Shivers! - Half Ghost


Dani Shivers!
SCORE: 5.5 Alison Shaws de 10
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En su segundo lanzamiento este año, Dani Shivers regresa con una mejor producción, haciendo que sus canciones suenen más envolventes y profundas; lamentablemente, a pesar de llevar siete años produciendo, Half Ghost sólo tiene la distinción de ser el disco nuevo y no de traer algo nuevo.
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La música de Dani Shivers siempre se nos ha vendido como toda una experiencia llena de esoterismo, asombro y misterio, equivalente a presenciar un ritual de magia o al acompañamiento sonoro de una tenebrosa película con temática de brujas, vampiros, etc. Personalmente, no recuerdo que alguno de los filmes que conformen la trilogía de Le Tre Madri, la genial Hereditary o la clásica Les Diaboliques tengan scores que suenen divertidos y no tenebrosos, pero... okay
Es por eso que el uso de esos adjetivos siempre me ha hecho ruido, pues hasta la fecha, toda la obra de la compositora tijuanense la he absorbido como (buen) quirky synth-pop que, fuera de la parte visual, sólo coquetea con la idea de sonar freaky, pero que por más referencias al horror de culto que Dani haga, su oscuridad es tan tibia que equivale más a un momento denso en Twilight que a alguna escena de Der Vampyr (aunque, hay que recordar que la infame saga de "vampiros" tuvo a Thom Yorke en el soundtrack, así que la analogía no es tan mala como parece y en defensa de la artista, ella nunca ha dicho que su meta sea crear piezas dignas de ambientar verdaderos filmes de horror, simplemente los toma como inspiración). 

Teniendo sus inicios hace ya más de 10 años, como integrante de Ibi Ego!, una de las bandas clave de la escena independiente en Tijuana, Yahel "You" Schaffner eventualmente decide dejar su bajo y dedicarse de lleno a componer en solitario, rodeada de teclados CASIO e instrumentos de juguete para darle vida a su alter ego Dani Shivers, el cual representaba un ligero contraste con esos vibrantes tonos de su proyecto primigenio. 

Tras un sólido debut con Jinx (2012), no es hasta el 2015, con el lanzamiento de Syzygy, donde todo lo que se había estado moldeando desde el inicio de este proyecto, por fin llegó a tener forma. Este álbum contiene los mejores momentos de la carrera de Shivers y es un pináculo que, lamentablemente, no se ha podido alcanzar por segunda vez; sin embargo, a pesar de las fallas que su más reciente adición al catálogo de Cranes Records tiene, Half Ghost cuenta con las suficientes fortalezas para colocarlo un peldaño abajo de Syzygy.

Para este LP, Yahel tuvo acceso al equipo disponible en la Red Bull Music Academy en Montreal, lo que resultó en un obvio aumento de calidad. El lo-fi que solía distinguir a Shivers no se encuentra muy presente aquí -salvo en los beats, que aun tienen un aire casero- y eso definitivamente termina siendo benéfico, pues las texturas de los sintetizadores suenan con más claridad y los matices son más perceptibles. Lo que cada nota desprende al ser activada se puede respirar y lo que queda sin ser inhalado se difumina lentamente frente a nosotros después de darnos un efímero abrazo. 

Sin tener la genial intensidad del primer tema en Syzygy, "Young and Beautiful" es un insistente corte con sus dos punzantes notas que hacen todo lo posible por reafirmar su existencia al repetirse durante toda la canción, pasando discretamente a través de diferentes filtros en el sintetizador; de esta manera, le añaden dinamismo a lo que pudo ser un tema bastante monótono. La atmósfera que rodea la voz de Schaffner es profunda, envolvente y sinceramente, es la primera vez en que me siento obligado a utilizar la palabra "enigmático" para describir algo hecho por ella. 
Esta es una cualidad muy presente en la mayoría de los temas en Half Ghost, haciendo que, por fin, todo lo que se nos intentó vender durante todo este tiempo, esté justificado.

Desgraciadamente, lo que se había logrado establecer con esta canción inicial, se desmorona al comenzar "Bluebird". Este tema resalta dentro del disco, pero no de la misma manera en que "Twenty Four Hours" resalta en Closer u "Oxygen" en To Be Kind. No. "Bluebird" resalta de la misma manera que alguien portando una camisa de vestir rosa y pantalones khaki en un show de Hocico, pues es un desvío total de lo que el resto de las piezas evocan. Si eliminásemos este tema del tracklist, nos quedaríamos con un divertido álbum lleno de momentos dulces y etéreos. 

Sin embargo, al analizar el track, resulta paradójico toparnos con el hecho de que esos elementos que la hacen no funcionar dentro del contexto de este disco, son precisamente los elementos que hacen a Dani Shivers ser Dani Shivers. El beat lo-fi con un ritmo travieso acompañado de la aniñada voz de You, los soniditos raros en el fondo y las letras pseudo-góticas son ingredientes que, a estas alturas, al ser combinados de esta manera, caen en un cliché. A favor de Shivers, es debido a su prolífico catálogo que ya se puede dar el lujo de parodiar su propio sonido de vez en cuando. La imitación es el mejor halago, aunque sea uno mismo quien se plagie. 
"Bluebird" representa una regresión a las primeras instancias de la artista y suena como una versión remasterizada de algún tema de antaño. 

Después de ese tropiezo, "Niento" limpia nuestro paladar con su muy bien logrado update al sello sonoro de Schaffner. "JJ76" es un elusivo track que suena a The Sugarcubes dando lo último de sí, tocando desde el fondo de un lago congelado. La voz de Shivers suena muy bien integrada con la música creando un breve -pero efectivo- momento de tensión que rompe un poco con la naturaleza onírica del disco.  

Half Ghost suena dulce y narcótico sin llegar a ser del todo soporífero; sin embargo, su lánguido momentum va decayendo progresivamente, perdiendo un poco de fuerza en los últimos tracks, pero al tratarse de una obra sin algún tipo de clímax, este declive puede pasar desapercibido. 

En general, Yahel nos comparte un LP que se puede disfrutar tanto en el aspecto musical como en la producción. Fuera del segundo track y de cómo el álbum va perdiendo inercia poco a poco, las fallas de Half Ghost son, en su mayoría, inofensivas. Pero cuando se toma en cuenta que Jinx salió hace siete años, uno no puede evitar pensar qué es lo que Dani Shivers realmente ha hecho para ofrecer algo nuevo después de todo este tiempo. La falla más grande de esta placa radica en que no representa ningún avance para la artista; sólo se trata de lo mismo pero con mejor producción. Ya sea por estancamiento creativo, renuencia o simplemente porque es el sonido que le ha funcionado, Schaffner ha sabido capitalizar a base de lo mismo una y otra, y otra, y otra vez. 
Pero, hey,  cuando se te adjudica el título de "la reina del goth mexicano", ¿por qué querrías ceder tu corona?
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g.n.h.

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