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Aura en el espejo:
Un encuentro ambulante
El músico y artista sonoro nos concede una entrevista en donde explora el concepto y las influencias detrás de este proyecto.
___________________________________________________________Para la audiencia que aún no esté al tanto, ¿qué es Aura en el espejo?
Este proyecto es una plataforma nacida accidentalmente al musicalizar cortometrajes para el proyecto editorial (Objectum). Al comparar los costos de publicar en papel con los de la realización de un cortometraje, versus los meses que toma realizar un cortometraje contra las semanas que supone publicar un sencillo, moldearon en poco tiempo el destino de Aura en el espejo. Antepasados, considero que fue el punto de inicio, ya que los primeros dos sencillos contienen ejercicios sonoros que sobraron para cortometrajes y que no veía sentido mantenerlos inéditos.
¿Cómo se dio tu formación musical? ¿Tienes un background académico o es algo que adoptaste de manera empírica?
Provengo del mundo literario, la formación musical la he adquirido a través de la práctica e imitación. Mi banda modelo es U2, sobre todo el trabajo realizado bajo la tutela de Brian Eno. Me ha inspirado también The Cure y Depeche Mode. Te hablo de tres grupos que lograron sobrevivir desde el arranque de los ochenta gracias a una enseñanza común: supieron reinventarse una y otra vez.
Ese es el principal factor que imito religiosamente en Aura: una búsqueda constante.
¿De dónde nace tu interés por el lado experimental de la música?
Podrá sonar extraño, pero la culpa la tienen U2 y Brian Eno.
A finales de los 90, me enteré que estos habían sido reclutados para un proyecto liderado por Eno: Passengers. Hablar de Brian es hablar de un personaje que, como productor, acostumbra a sacar a los músicos de su zona de confort. En sus pláticas no habla de micrófonos, guitarras, o tecnicismos de producción; él se centra en las razones intelectuales del por qué se va a hacer un disco.
En la sesiones para Passengers, Eno sometió a los irlandeses a experimentos muy interesantes: hacía que la banda cambiara de instrumentos, los ponía frente a un televisor a ver caricaturas y les quitaba el sonido para que improvisaran un soundtrack.
La primera vez que instalé un Daw (Cakewalk en 1998), solamente tenía como herramientas sonidos midi y eso me motivó a hacer pastiches de Passengers. Aura en el espejo es un ejercicio de crear la música que Passengers pudo haber hecho si el proyecto se hubiera extendido a lo largo del tiempo, sólo que musicalizando poesía.
En cuanto a composición musical, ¿cuáles son los recursos o técnicas que más utilizas? ¿Cuál sería el sello de tu sonido?
La curiosidad es un punto de partida para esculpir el sonido, hay veces que partes de la base rítmica, otras de la melódica, pero una vez que emprendes el camino la curiosidad te obliga a cuestionar las elecciones que tienes frente a ti. Desde siempre he hecho música electrónica que imita la estructura básica del rock: bajo, guitarra y batería. En mis primeros tracks, solía basarme en el puro oído para acomodar los efectos que caerían entre cada instrumento. Ahora me he hecho más práctico y grabo canal por canal cada instrumento, así sigo acomodando el sonido a mano y no sé si eso es un vicio de composición, pero espero con el tiempo aprender a hacer las cosas de manera diferente. Mi metodología de composición es peculiar y quizá por eso he alcanzado un estilo con el que se me puede reconocer; sin embargo, algún día tendré que apuntar a sonidos más orgánicos, pero no puedo correr cuando apenas comienzo a caminar.
¿Podrías hablar un poco de tu catálogo y de los temas que tocas en tus narrativas?
Hasta este momento tengo 32 sencillos, en ellos hay dos tipos de portada: los de mariposa (el símbolo de la evolución) forman parte del poemario Armonía invisible, los de la portada de llaves (símbolo del acceso) son poemas musicalizados de Al silencio de las rocas.
Mi sencillo más reciente es Ambulante, un poema que trata sobre la compañía que nos hacen nuestros pensamientos al caminar, y la base es un sample de una misa impartida en la Iglesia de mi pueblo, Tepeji del Río, Hidalgo.
Laberinto ambulante (es la confusión interior que suele acompañarnos al caminar) un instrumental donde el azar jugó un papel importante y ahora que está concluso observo la influencia que tuvo John Williams para la pieza, me recuerda tanto a "Cantina Band" del OST de Star Wars: A New Hope pero realentizada, claro está.
Noche en el bosque (Gresca remix) es una segunda versión de ese vigésimo sexto sencillo cuya estructura fue naciendo de forma involuntaria, pero una vez que la base rítmica estuvo hecha, la familiaridad me indicó el rumbo. Así retomé los instrumentos que elegí en la versión primigenia.
Todo atardecer es temporal es una pieza que saqué del cajón, ya que la base del piano la tenía construida; sin embargo, la claridad que me trajo escuchar a Jimi Hendrix esos días, me aterrizó la idea totalmente.
Es interesante observar cómo el lugar donde uno radica influye en la forma de hacer la música. Sin esa visita al Ex Convento de San Francisco de Asís, o la banda de guerra que también sampleé para el poema Andanza, (los temas) no existirían, o existirían de otra manera viviendo en otro lugar.
Es curioso que menciones a tu lugar de origen como un elemento que influye en tu música, pues por lo general, la música de vanguardia (ambient, noise, etc) se relaciona con grandes espacios cosmopolitas, pero últimamente se puede apreciar un auge de estos estilos y los proyectos están surgiendo de los lugares menos esperados. ¿Podrías describir un poco la escena musical de tu localidad? ¿Cuál es la tendencia en cuanto a géneros?
Sé que hay músicos y bandas de rock aquí en Tepeji, pero me distancié, no sólo de ellos, sino también de escritores, artistas plásticos y gente creativa por motivos laborales y lo hice tanto tiempo que me da temor que me cueste trabajo volver a integrarme cuando cambie mi estilo de vida. Eso sí, cuando me invitan (y mi trabajo no me lo impide) trato de participar en sus eventos. Lo que sí tengo presente es que el shoegaze es lo más representativo con Acty y Last Videotape. También el ska de Tremendo Ruido.
Tras revisar el amplio repertorio de Aura en el espejo, uno se puede dar cuenta que la mayoría de tus piezas -si no es que todas- son de muy poca duración. ¿Se trata de una decisión por efectos prácticos o hay una especie de fascinación por lo efímero?
Las canciones son como las personas, todas tienen algo qué decirnos en cuanto las conocemos. Para evitar agotar el discurso interno que tenga alguna pieza, sólo muestro únicamente aquello que tienen qué decir y no más; de otro modo, los pondría a repetir lo mismo y ya sobra mucha música así.
¿Qué le depara el futuro a este proyecto?
Actualmente tengo en puerta once títulos más de la serie Al silencio de las rocas; espero que, al terminar, pueda retomar poemas faltantes de Armonía invisible y finalizar la música de mis obras de teatro. Eso será señal de que de nuevo he de reinventarme, porque planes hay para varios años más, aunque no he decidido si los llevaré primero a papel. Ya veremos qué pasa primero.
Es curioso que menciones a tu lugar de origen como un elemento que influye en tu música, pues por lo general, la música de vanguardia (ambient, noise, etc) se relaciona con grandes espacios cosmopolitas, pero últimamente se puede apreciar un auge de estos estilos y los proyectos están surgiendo de los lugares menos esperados. ¿Podrías describir un poco la escena musical de tu localidad? ¿Cuál es la tendencia en cuanto a géneros?
Sé que hay músicos y bandas de rock aquí en Tepeji, pero me distancié, no sólo de ellos, sino también de escritores, artistas plásticos y gente creativa por motivos laborales y lo hice tanto tiempo que me da temor que me cueste trabajo volver a integrarme cuando cambie mi estilo de vida. Eso sí, cuando me invitan (y mi trabajo no me lo impide) trato de participar en sus eventos. Lo que sí tengo presente es que el shoegaze es lo más representativo con Acty y Last Videotape. También el ska de Tremendo Ruido.
Tras revisar el amplio repertorio de Aura en el espejo, uno se puede dar cuenta que la mayoría de tus piezas -si no es que todas- son de muy poca duración. ¿Se trata de una decisión por efectos prácticos o hay una especie de fascinación por lo efímero?
Las canciones son como las personas, todas tienen algo qué decirnos en cuanto las conocemos. Para evitar agotar el discurso interno que tenga alguna pieza, sólo muestro únicamente aquello que tienen qué decir y no más; de otro modo, los pondría a repetir lo mismo y ya sobra mucha música así.
¿Qué le depara el futuro a este proyecto?
Actualmente tengo en puerta once títulos más de la serie Al silencio de las rocas; espero que, al terminar, pueda retomar poemas faltantes de Armonía invisible y finalizar la música de mis obras de teatro. Eso será señal de que de nuevo he de reinventarme, porque planes hay para varios años más, aunque no he decidido si los llevaré primero a papel. Ya veremos qué pasa primero.
Al momento de componer, ¿qué consideras más importante, técnica o sentimiento?
Más importante que ambas es la auto-crítica, porque no importa si trabajas un texto, una canción u otra expresión artística, por lo general creas con la emoción y corriges con la razón. Entre ambas, el criterio es quien equilibra; de otro modo, todo se publicaría cuanto se expresa, o se corregiría tanto que, en aras de "la perfección", nada saldría a la luz.
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g.n.h.
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