En un lugar llamado Cydonia
SCORE: 7 parmigiano-reggianos de 10
___________________________________________________________
___________________________________________________________
Con este ecléctico y cohesivo compilado de temas que tenían otros destinos en mente, En un lugar llamado Cydonia regresa después de tres años de letargo.
___________________________________________________________
Previo a escuchar este álbum, Italia no figuraba dentro de mis destinos predilectos para un posible viaje a futuro. Realmente no puedo decir por qué este país se encontraba muy al fondo de mi lista, pero al hacer un poco de investigación para tratar de encontrar un hilo conceptual detrás del título de esta nueva entrega de En un lugar llamado Cydonia, me perdí entre las calles y la hermosa vista que esta frazione de la Provincia della Spezia ofrece. Al momento de terminar esta reseña, me aseguraré de incluir este destino en la lista de lugares a los que nunca podré ir y sólo conoceré gracias a Wikipedia y Google Earth. Sad reacts only.
Un lugar llamado Cydonia es una de las muchas caras del músico leonés Roberto Méndez, quien también compone bajo el seudónimo MIKUINTHEOCEANGRUNGE, proyecto en donde explora las diferentes vertientes que se desprenden de la estética vaporwave, y que cuenta con un output muy vasto en comparación con su faceta más experimental como Cydonia, quien tiene con un catálogo más modesto.
Después de tres años desde su última entrega, Lluvia de agosto (2016), Cydonia demuestra que este fue tiempo muy bien aprovechado, pues, al contrario de lo presentado en Manarola, los tracks que conformaban Lluvia no funcionaban del todo; resultaban un poco indulgentes y sin dirección clara. Las piezas eran amorfas y se absorbían más como ejercicios primerizos que como composiciones formales. Era evidente que se trataba de las primeras incursiones en las que el músico se aventuraba fuera de la música popular.
Ahora, las piezas tienen más vida y más propósito. Aunque todavía hay espacio para el crecimiento, lo compartido en este compilado fluye generando la intriga suficiente para mantener al escucha a la expectativa. Hay momentos hipnóticos por su uso de repetición y adición de texturas y hay tracks que toman rumbos inesperados o que se van desenvolviendo sutilmente. En general, el músico leonés transmite más seguridad en este álbum.
Manarola se trata de una compilación de temas que quedaron descartados de lanzamientos que nunca se materializaron, no es un LP formal y uno de sus mayores logros es que, durante los primeros seis temas, Cydonia logra presentar una obra homogénea sin que esta se vuelva monótona; los diferentes estilos que están presentes -ambient, glitch, neo-clásico, drone, noise, breakbeat- conviven de manera pacífica, haciendo que las transiciones entre tema y tema no suenen tan dispares o con un contraste muy agresivo.
Un lugar llamado Cydonia es una de las muchas caras del músico leonés Roberto Méndez, quien también compone bajo el seudónimo MIKUINTHEOCEANGRUNGE, proyecto en donde explora las diferentes vertientes que se desprenden de la estética vaporwave, y que cuenta con un output muy vasto en comparación con su faceta más experimental como Cydonia, quien tiene con un catálogo más modesto.
Después de tres años desde su última entrega, Lluvia de agosto (2016), Cydonia demuestra que este fue tiempo muy bien aprovechado, pues, al contrario de lo presentado en Manarola, los tracks que conformaban Lluvia no funcionaban del todo; resultaban un poco indulgentes y sin dirección clara. Las piezas eran amorfas y se absorbían más como ejercicios primerizos que como composiciones formales. Era evidente que se trataba de las primeras incursiones en las que el músico se aventuraba fuera de la música popular.
Ahora, las piezas tienen más vida y más propósito. Aunque todavía hay espacio para el crecimiento, lo compartido en este compilado fluye generando la intriga suficiente para mantener al escucha a la expectativa. Hay momentos hipnóticos por su uso de repetición y adición de texturas y hay tracks que toman rumbos inesperados o que se van desenvolviendo sutilmente. En general, el músico leonés transmite más seguridad en este álbum.
Manarola se trata de una compilación de temas que quedaron descartados de lanzamientos que nunca se materializaron, no es un LP formal y uno de sus mayores logros es que, durante los primeros seis temas, Cydonia logra presentar una obra homogénea sin que esta se vuelva monótona; los diferentes estilos que están presentes -ambient, glitch, neo-clásico, drone, noise, breakbeat- conviven de manera pacífica, haciendo que las transiciones entre tema y tema no suenen tan dispares o con un contraste muy agresivo.
Hay mucha variedad en esta placa que nos permite apreciar la versatilidad del compositor y su cabal manejo de los diferentes estilos que se pueden identificar a lo largo de este compilado.
Al iniciar el primer corte, "Overture (caleidoscopio+dies irae)", queda claro el background académico del autor; se trata de una pieza con tintes barrocos que emite ansiedad con todo ese cluster de notas que se amontonan como moscas sobre un cadáver para después esparcirse por el aire cuando lo que pareciera ser un órgano comienza a sonar en solitario. Hay algo inquietante en el hecho de que "Overture" haya sido compuesta en un software y crea una disonancia cognitiva: culturalmente, este tipo de música está totalmente ligado a instrumentos acústicos, pero aquí no suena natural; pareciera ser un sample proveniente de un videojuego de la cuarta generación. También me remite un poco a ese tétrico video donde un robot canta la frase "I feel fantastic" una y otra vez (gracias por desbloquear ese recuerdo que me tomó mucho tiempo enterrar, Cydonia).
"Imperia" que con su inestable ritmo y su errática cadencia, nos puede recordar a Arca o DJ Crook, es la evidencia de que el compositor pasó todo este tiempo puliendo sus habilidades para poder crear estructuras abstractas que no suenen perdidas dentro de sus confines.
Ya se ha hablado antes sobre cómo el azar es un concepto clave en la filosofía de la música experimental, pero hay una diferencia muy grande entre ver a un compositor permitirle a su pieza evolucionar a voluntad tras haberle brindado los recursos para que su andar sea encausado, a escuchar una pieza donde es evidente que el autor no tuvo ni un poco de control sobre esta.
Aquí tenemos a un Cydonia más maduro, con el conocimiento suficiente para poder permitirle soltura a sus creaciones sin que estas se le escapen. Otro ejemplo es "Poveglia" la cual toma un caótico y genial -aunque breve- desvío un poco antes de la mitad. Se puede escuchar un poco desconectado, pero realmente le añade bastante personalidad a una canción que aparentaba estar tomando un rumbo muy seguro.
"Spettri sulla scogliera (espectros en el arrecife)" es una pieza que, por la baja calidad de su grabación y la falta de dinamismo en su composición, representa el primer punto bajo de este compilado. Incluso cuando el overdrive entra en escena y la ejecución se vuelve más agresiva, la canción se sigue sintiendo lineal y sin fluctuación alguna. Sin embargo, si se le pone atención sólo a la batería y el bajo, "Spettri" esconde un potencial que merece ser explotado con un mejor acompañamiento y una entrega más sólida.
A partir de aquí, el álbum tiene una decaída considerable, pero vale la pena aventurarse al menos una vez en los últimos cortes para comprender el contexto dentro del que este artista se desenvuelve. "Vaporcore" es un ligero guiño a esos jugueteos del vaporwave con géneros dispares como el black metal o el metalcore y puede remitirnos al trabajo de Fire-Toolz.
La música no es una competencia y los artistas están en todo su derecho de tomarse el tiempo que sea necesario para encontrar o pulir su sonido. Es un movimiento válido y muchas veces es imperativo si lo que se busca es poder encontrar un discurso que realmente valga la pena compartir. Estamos en una época donde los proyectos musicales sobran y los que logran presentar algo que trascienda modas y estéticas definidas son muy pocos.
Manarola podrá no ser el magnum opus de este proyecto, pero la prudencia que En un lugar llamado Cydonia tuvo para esperar y poder compartir algo que realmente denotara un avance en su carrera, es de apreciarse; hubo un aumento considerable entre la calidad del material anterior al actual y eso indica que, todo lo que está por venir, cada vez será más substancial.
Al iniciar el primer corte, "Overture (caleidoscopio+dies irae)", queda claro el background académico del autor; se trata de una pieza con tintes barrocos que emite ansiedad con todo ese cluster de notas que se amontonan como moscas sobre un cadáver para después esparcirse por el aire cuando lo que pareciera ser un órgano comienza a sonar en solitario. Hay algo inquietante en el hecho de que "Overture" haya sido compuesta en un software y crea una disonancia cognitiva: culturalmente, este tipo de música está totalmente ligado a instrumentos acústicos, pero aquí no suena natural; pareciera ser un sample proveniente de un videojuego de la cuarta generación. También me remite un poco a ese tétrico video donde un robot canta la frase "I feel fantastic" una y otra vez (gracias por desbloquear ese recuerdo que me tomó mucho tiempo enterrar, Cydonia).
"Imperia" que con su inestable ritmo y su errática cadencia, nos puede recordar a Arca o DJ Crook, es la evidencia de que el compositor pasó todo este tiempo puliendo sus habilidades para poder crear estructuras abstractas que no suenen perdidas dentro de sus confines.
Ya se ha hablado antes sobre cómo el azar es un concepto clave en la filosofía de la música experimental, pero hay una diferencia muy grande entre ver a un compositor permitirle a su pieza evolucionar a voluntad tras haberle brindado los recursos para que su andar sea encausado, a escuchar una pieza donde es evidente que el autor no tuvo ni un poco de control sobre esta.
Aquí tenemos a un Cydonia más maduro, con el conocimiento suficiente para poder permitirle soltura a sus creaciones sin que estas se le escapen. Otro ejemplo es "Poveglia" la cual toma un caótico y genial -aunque breve- desvío un poco antes de la mitad. Se puede escuchar un poco desconectado, pero realmente le añade bastante personalidad a una canción que aparentaba estar tomando un rumbo muy seguro.
"Spettri sulla scogliera (espectros en el arrecife)" es una pieza que, por la baja calidad de su grabación y la falta de dinamismo en su composición, representa el primer punto bajo de este compilado. Incluso cuando el overdrive entra en escena y la ejecución se vuelve más agresiva, la canción se sigue sintiendo lineal y sin fluctuación alguna. Sin embargo, si se le pone atención sólo a la batería y el bajo, "Spettri" esconde un potencial que merece ser explotado con un mejor acompañamiento y una entrega más sólida.
A partir de aquí, el álbum tiene una decaída considerable, pero vale la pena aventurarse al menos una vez en los últimos cortes para comprender el contexto dentro del que este artista se desenvuelve. "Vaporcore" es un ligero guiño a esos jugueteos del vaporwave con géneros dispares como el black metal o el metalcore y puede remitirnos al trabajo de Fire-Toolz.
La música no es una competencia y los artistas están en todo su derecho de tomarse el tiempo que sea necesario para encontrar o pulir su sonido. Es un movimiento válido y muchas veces es imperativo si lo que se busca es poder encontrar un discurso que realmente valga la pena compartir. Estamos en una época donde los proyectos musicales sobran y los que logran presentar algo que trascienda modas y estéticas definidas son muy pocos.
Manarola podrá no ser el magnum opus de este proyecto, pero la prudencia que En un lugar llamado Cydonia tuvo para esperar y poder compartir algo que realmente denotara un avance en su carrera, es de apreciarse; hubo un aumento considerable entre la calidad del material anterior al actual y eso indica que, todo lo que está por venir, cada vez será más substancial.
___________________________________________________________
g.n.h.
Comentarios
Publicar un comentario