Jonny Greenwood
SCORE: 8 Telecasters de 10
En su segunda colaboración con la
directora Lynne Ramsay, el compositor británico creó un score en el que toma la
naturaleza nocturna y fracturada del personaje principal y la refleja a través
de cuerdas disonantes y sintetizadores armoniosos, en un álbum que reafirma su
versatilidad para manejar diferentes estilos dentro de un mismo compilado.
Dar el salto de guitarrista de rock alternativo a renombrado compositor
para orquesta pudiera no ser una progresión natural, pero para Jonny Greenwood,
este era el único paso lógico.
Oriundo de Oxford, Inglaterra, a muy temprana edad ya era parte de ambientes
formales dentro de la música, siendo miembro de orquestas juveniles, mientas al
mismo tiempo, podía disfrutar del no-wave de Sonic Youth o las quejas english working class en (la a veces
incomprensible) voz de Mark E. Smith, gracias a su hermano mayor, Colin
Greenwod, quien lo introdujo a ese otro
lado de la música.Al ser invitado a formar parte de la aclamada agrupación Radiohead, también por su hermano, el joven músico tomó la posición de guitarrista principal, sin embargo, debido a esa curiosidad e inclinación que siempre tuvo por compositores avant garde y por su entrenamiento clásico, optó por querer utilizar otros instrumentos y métodos para poder explorar terrenos poco convencionales al momento de realizar sus arreglos y composiciones para la banda.
A través del ondes martenot y software musical programado por él mismo, Greenwood fue responsable de mucha de la experimentación que realzó el nombre del grupo, desde su primer álbum hasta la fecha.
Aunque no es superior en cuanto a composición, ni a estructura, que su trabajo para la
película The Phantom Thread (2017), esta banda sonora logra representar perfectamente esa dicotomía anímica en la que se encuentra desperdigado Joe (el personaje principal del filme) a través de una mezcla de composiciones minimalistas acústicas y electrónicas; y con técnicas que van desde la disonancia hasta el contrapunto.
Las piezas están muy ligadas a lo que sucede en pantalla, y aunque
así es como se componen la mayoría de los scores, el único punto donde esta
obra flaquea, es que, sin su contraparte visual, la secuencia de canciones puede llegar a sonar como una
especie de shuffle de un playlist con
Béla Bartók, Krzyzstof Penderecki, SURVIVE, Philip Glass, Steve Reich y Cliff
Martínez.
Sandy’s Necklace es un tema con el peso suficiente para que todas estas
influencias giren a su alrededor sin chocar la una con la otra. Todo gravita en torno a un ritmo funky, pero oscuro, con una guitarra tocando fragmentos de una escala menor y violines que se arrastran de manera abrasiva; la representación sonora de una psique en decadencia, que rompe con el tono meditativo e introspectivo establecido por la primera canción, Tree Synthesisers.
Nausea, completamente un tema electrónico, con un ritmo movido, da el efecto descrito en el título por medio de un ligero destiempo en la batería, que da la impresión de no querer seguir al personaje en su travesía, pero cuando el tempo se "acomoda", nos vemos, muy en contra de nuestra voluntad, tomando parte de este descenso del que no sabemos si podremos regresar.
YWNRH trae a la mente el Treno a las Víctimas de Hiroshima, obra de la que Greenwood se ha declarado fan en más de una ocasión, incluso tomándola de referencia para el clímax durante los últimos minutos del track Climbing Up The Walls del álbum OK Computer, uno de los más alabados por la crítica y los seguidores de Radiohead por igual. Para aligerar un poco el tono que imperaba hasta el momento, Nina Through Glass brinda un tan necesitado respiro, con un sonido que nos puede transportar a ese folk elegante que puso a Penguin Cafe Orchestra en el mapa, con sus cuerdas pulsadas e instrumentación, en su mayoría, acústica, convirtiéndolo en uno de los momentos más orgánicos de todo el disco.
Tree Synthesisers y Tree Strings - tracks que abren y cierran el disco respectivamente- son piezas siamesas, separadas por todas las canciones que se encuentran entre ellas y funcionan como un retrato partido a la mitad de la psique de Joe.
La segunda le da fin al álbum con un ligero guiño a Electric Counterpoint de Steve Reich (trabajo que Jonny ha tocado en vivo) y forma una especie de sinopsis en la que todas las técnicas utilizadas para tratar las cuerdas a lo largo de la banda sonora, que en su mayoría se usaban con el objetivo de crear un sentimiento de paranoia y ansiedad, ahora son ejecutadas para crear el efecto contrario, mostrándonos la evolución psicológica del personaje; donde los instrumentos que en su momento representaron demonios y traumas, ahora se convierten en una fuente de paz y serenidad. Las disonancias ya no son estridentes, sino que se integran de manera coherente a la línea de guitarra, dándole vida a uno de los momentos más sublimes y completos de toda la obra.
Es un hermoso día.
g.n.h
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