Reseña: Meltí - Gente Luna


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Meltí
SCORE: 8.3 coyotes de 10


El conjunto de Ensenada sigue expandiendo la mitología que encierra su nombre a través de una obra que se apega bastante al sonido de su placa anterior, demostrando que a pesar de ser una banda relativamente joven, no les ha costado trabajo definir su sonido. 

Gente Luna por fin ve la luz dos años después del EP debut de la agrupación, en el cual los vestigios de un estilo propio ya eran evidentes. Desde aquel compilado, Meltí ya manejaba cabalmente la fusión de elementos folclóricos con toques modernos, los cuales se entrelazan de manera natural, nutriéndose el uno al otro en una especie de simbiosis donde ambos lados salían beneficiados. 
En este lanzamiento, el cuarteto sigue esa misma línea. No hubo una desviación considerable en cuanto a estética musical, sin embargo, esto no debe tomarse como un estancamiento o como una renuencia a la evolución; la banda simplemente pasó este tiempo puliendo y consolidando su sonido, el cual ya cuenta con un sello bastante identificable. 

El lenguaje musical y el acervo de influencias es bastante amplio y está muy bien ejecutado. El LP cuenta con la reservada complejidad de los exponentes menos sinfónicos y teatrales del porgresivo italiano como Finisterre, el elegante y discreto post-rock de sgt.  y 33.3, así como con armonías líricas y texturas sonoras muy apegadas al estilo de Stereolab

Una de las características que resaltan tras la primera escucha, es cómo Meltí funciona como un equilibrado ensamble. Esto es notorio desde la posición de los instrumentos dentro de la mezcla de audio y en su presencia dentro de las composiciones. La personalidad colectiva de conjunto ensendadense depende de cada uno de los elementos que lo componen pues todos tienen la misma importancia. Si bien las voces pudieran beneficiarse de un poco más de variación, por el momento funcionan más como suplementos melódicos que como estrofas pensadas en llegar a ser coreadas. Se trata más de poner atención a la narrativa en pie y cómo se incorpora a las estructuras de cada pieza. 
Los teclados aportan un aspecto futurista gracias a los diversos efectos sonoros que desprenden, desde un prístino sonido de piano eléctrico, hasta matices procesados, como en el intro de "Revancha", donde el sintetizador juega el papel de un burbujeante rush de adrenalina que nos prepara para el arranque. 
"Intermitente" es un número donde el teclado brilla por sí solo con un ostinato acompañado de acordes que remiten a "Teardrop" por Massive Attack; sin embargo, al entrar la cuarta nota, una disonancia cambia por completo el rumbo de la canción y la escala se resuelve en un aura más oscura, dejando fuera todas las similitudes con el ya famoso tema de los ingleses.  

El álbum cuenta con dos piezas que funcionan como interludios, "Intermitente" siendo el primero en sonar. "Pasos" aparece antes de terminar el álbum creando un ambiente tenso y al mismo tiempo reflexivo gracias a su buen manejo de la repetición y el contrapunto. Esta canción abre paso a la inquieta "Eco" donde el espíritu de Stereolab se hace más notorio al iniciar el tema, con el acelerado pero meticuloso ritmo de la batería y las gloriosas trompetas que lo complementan.  

La batería contrasta bastante bien con la mensura y elegancia que envuelve a los demás instrumentos. Esto no quiere decir que sea cruda y estruendosa abusando del uso de platillos descuidando las oportunidades para matizar, sino que cuenta con una fina agresividad, una estruendosa confección, con un punch muy a lo John Bonham. 
El violín está presente en la mayoría de los tracks y este, junto con el bajo, cumple un doble papel, compensando la ausencia de guitarras recurriendo a diferentes técnicas. Utilizando vítreos pizzicatos y arpeggios acompañados de breves delays, marca el compás para después pasar a urgentes legatos que, al estar acompañados de incesantes y galopantes ritmos, le añaden una esencia eólica a sus líneas. Dependiendo de la canción, las cuerdas pueden ser una suave brisa o un fuerte viento golpeando en el rostro durante un apresurado andar.  
Para rellenar los espacios más tenues sin saturarlos, el bajo utiliza acordes y notas sostenidas en los versos e intros. Es ya en los coros y puentes donde las líneas se vuelven más complejas y se sintonizan bastante bien con la batería, no sólo siguiendo lo que ésta hace con el bombo, sino que es capaz de seguir el paso en cada tempestuoso redoble.

"Experimento" fue uno de los temas que Meltí decidió lanzar como un sencillo, y la decisión fue bastante acertada, pues se trata de uno de los mejores temas que componen Gente Luna. 
Cada elemento que conforma la identidad de la agrupación son resaltados en esta pieza, en especial en los últimos minutos donde todos los instrumentos convergen en un palpitante acoplamiento donde las alargadas escalas del violín no paran de sonar, atrapando al escucha al casi no repetirse y seguir progresando. La sección rítmica mantiene el tempo con una fantástica línea de bajo y una batería que irrumpe con ímpetu hasta apagarse totalmente, dejando el destello de una nota sostenida del sintetizador que lentamente se extingue como el resto de los instrumentos.
Junto con "Revancha" y "Diálogo 2" con su ritmo sincopado, son el pináculo de la ejecución de instrumentos, manejo de dinámicas y manipulación de sonidos. Sin duda se trata de las piezas más sobresalientes dentro del catálogo de la banda.

Encontrar y cimentar una identidad musical es una tarea difícil. Muchas agrupaciones han tardado bastante en poder crear un estilo particular; por otro lado, muchos conjuntos que lograron hacerlo desde sus inicios, se convirtieron en víctimas de sí mismos, pasando a convertirse en parodias debido a esa renuencia al cambio. 
Meltí ha logrado superar ese primer obstáculo con bastante facilidad y seguridad. Tratándose de su segundo material, sería muy apresurado intentar predecir qué es lo que sigue para la banda, sin embargo, no sería desatinado mantenerse a la expectativa.

g.n.h.




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