Reseña: Thrëė - Inner Journeys

Thrëė
SCORE: 4.8 tappings de 10

Thrëė se apresura en lanzar un EP que lamentablemente no empata con lo que la banda puede lograr en vivo. 

Al momento de hacer una reseña musical, se deben tomar en cuenta bastantes rubros ajenos a la composición y a la calidad de las canciones en sí. Características como la producción y la calidad de la grabación en general son elementos inherentes a lo que se experimenta al escuchar un álbum. Hay otros aspectos que bien podrían ser más subjetivos; aquí entra la imagen del artista, cómo este se dirige a su público a través de la obra que se está criticando, la efectividad del mensaje que se quiere dar y el impacto o la relevancia que dicho compilado podría llegar a tener -o no- dentro de su círculo, ya sea a nivel local o internacional. 

En lo que a mí concierne, Thrëė (¿Threealism?) es una agrupación relevante en la escena tijuanense. Son un conjunto con energía jovial e intensas presentaciones en vivo que resaltan por la precisión con la que cada uno ejecuta su instrumento. En mi opinión, tienen puntos extra por resaltar en una comunidad donde si el artista no hace bailar al público, no se le toma en cuenta. 
Por eso fue que al escuchar esta obra, no pude evitar sentir decepción por la poca relevancia que este paso tendrá en su carrera y en la escena musical. Lamentablemente se siente como un retroceso o un movimiento lateral, pues no logra capturar ni reflejar la esencia o la madurez de la banda. Sí, se trata de su música, de sus composiciones, pero el resultado final suena apresurado y descuidado, al contrario de cómo suenan en vivo. 
Probablemente la decisión de hacer este súbito lanzamiento sin llevar a cabo un proceso de edición o de revisión se debió a la tensión interna por la que la agrupación estaba pasando durante el momento de la grabación, la cual culminó en la reciente partida de uno de sus integrantes. 

Innerspeak-- ...uhm, Inner Journeys, tiene el intro más confuso de todos los releases que he tenido la oportunidad de escuchar. Después de varias escuchas, aún no lo logro entender cómo es que este tema quedó seleccionado para aparecer en el EP, y encima de todo, ser el que le da inicio. "Dyslexic Kanjis" suena como si no quisiera ser tocada; es el equivalente musical a ese niño al que su madre lo obligaba a salir en los bailables de la escuela a pesar de que era muy claro que no tenía coordinación alguna. La canción no es mala, pero cuenta con bastantes errores en cuanto a ejecución y su pobre mezcla lo hace sonar como algo más abajo que un demo. Sin embargo, el título de la canción brinda un poco de esperanza, pues todas las fallas que presenta podrían tratarse de algo intencional. 
Todo mejora al comenzar el segundo tema, "Hazelnut Lips", donde la producción ya es -un poco- más clara, posiblemente reafirmando mi suposición de que toda la confusión inicial fue by design.
El acoplamiento de los tres instrumentos, en su mayor parte es bastante bueno. Es claro que la pauta la lleva el bajo y este brilla intensamente en esos pasajes donde sólo se acompaña de la batería. La guitarra también tiene sus mejores momentos durante este tema, con sus legatos y acordes con sabor jazz. 
"I Hate School" tambalea como un vástago de Don Caballero que apenas está reconociendo sus alrededores, y la transición de esta canción a "Karoshi" deja ver otra falla en producción. "I Hate..." aturde, pues su registro en la mezcla es muy alto. El gain de la guitarra inicial suena bastante agudo y cuando el tema llega a su final, abriendo el paso a "Karoshi", esta apenas se escucha; sin embargo, al tratarse de uno de los mejores temas, nada cuesta subirle al volumen para poder apreciar sus toques fusión, proporcionados por el guitarrista invitado, Arturo Campay

Todo el álbum tiene la fluidez de un jam memorizado, por lo que cuenta con una estructura bastante lineal. Las transiciones dentro de cada canción son marcadas con las viejas y confiables pausas para entrar a una nueva sección, o en dejar algún instrumento en solitario. 
Aquí entra en juego otro de los parámetros ajenos a la música que se mencionaban al principio.
Entre muchas de las etiquetas que sí se adecuan a su sonido, el trío tijuanense también se define como "experimental". Esta etiqueta autoimpuesta es la que desentona, pues el desapego y el rechazo a los paradigmas es casi nulo. 
Las piezas tienen una estructura sencilla y aunque hay combinación de géneros, las mezclas suenan tan arriesgadas como pegar un sticker en el medidor de luz de una persona que conoces en vez de pintar un graffiti de protesta frente a una institución gubernamental; tan aventurero como mezclar shoegaze con dream-pop
No hay un verdadero contraste que obligue al espectador a salir de su zona de confort o a que se cuestione qué es lo que está escuchando. 
En sus redes sociales, Thrëė hace mucha alusión al hecho de quedar como outcasts por carecer de un vocalista o porque sus canciones son de larga duración. Sólo puedo imaginar a proyectos como Braulio Lam, La Tira Cómica o Gaspar Peralta desde una esquina, viéndose el uno al otro con una mirada de confusión. 

Claro está que para que algo sea experimental no siempre tiene que ser confrontativo, ni tan dispar como tocar "polkawave" o "grindchero", pero la naturaleza experimental debe hacerse notar desde cómo se da el acercamiento al proceso de composición y el conjunto no parecer tener esto muy claro aún. Es obvio que conocen el estilo, pero Thrëė confunde el conocer diferentes estilos musicales con tocar diferentes estilos musicales. 

Esto no quiere decir que Thrëė falle totalmente en su entrega y que sus piezas no cuenten con mérito alguno. Al contrario, cuando todo se despoja de esa pretensión (y la mala producción), las canciones son bastante interesantes y, al menos a nivel local, los géneros con los que juegan han sido dejado atrás a favor de cosas más digeribles. En ese aspecto, se mantienen fieles a su esencia. 
¿Son el mejor ejemplo de math rock o progresivo mexicano? No. Para eso tenemos a FRDZ o a Luz de Riada. Sin embargo, tienen la ventaja de ser un grupo bastante joven que, en vivo, aparentan tener más tiempo tocando, pues su profesionalismo y entrega los respaldan. 
He tenido la oportunidad de verlos en distintas ocasiones, y hasta la fecha, aún queda pendiente que salga insatisfecho de alguna de sus presentaciones. Es por eso que este EP me causó esta reacción, porque sé de lo que esta agrupación es capaz y lamentablemente, no se ve reflejado en esta obra. 

g.n.h.

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