Delatore
SCORE: 8.5 minecrafts de 10
La melancólica mente tras Triste Polizonte y Lazy Eye Syndrome se fractura y nos deja ver una nueva personalidad bajo el nombre de Delatore, la cual encarna su lado más apegado al ambient y representa un crecimiento considerable en cuanto a composición.
El año pasado, R'Les, estrenó Historias de Media Noche, una oda al sonido de la segunda ola del post-rock en la que el compositor indudablemente mostraba un conocimiento obsesivo de todos los componentes que forman parte de este estilo, tan obsesivo, que su uso se sentía excesivamente apegado a las reglas establecidas por el post-rocker starter pack, obstaculizando cualquier oportunidad de poder otorgarle algo nuevo al género, algo que se alejara de los crescendos y tremolo picking. Sin embargo, lo que le pudo faltar de originalidad se compensaba con un alto nivel de sinceridad que afortunadamente derrumbaba cualquier barrera que pudiera ser impuesta por el enfoque tan académico del disco. Se sentía calculado, pero no con la intención de impresionar al escucha; Historias de Media Noche no era para nosotros, estaba dedicado para el mismo autor y era la manera de cumplir su fantasía de hacer un homenaje a la etapa del post-rock que, evidentemente, causó un profundo impacto en su formación musical.
Y es precisamente esta virtud la que se puede notar en cada una de las instancias de la personalidad de R'Les. Sea cual sea la opinión que se pueda tener respecto al lado técnico, la sinceridad es bastante manifiesta.
Ahora, bajo el nombre de Delatore, el músico nos muestra un crecimiento considerable en su acercamiento a la composición. No es que este álbum sea un ejercicio de virtuosismo instrumental o que las piezas consten de complejas estructuras que desafíen la capacidad retentiva del escucha, sino al contrario; es por su sencillez, la reserva en su ejecución y en cómo proyecta nostalgia sin caer en excesos que esta obra brilla como un cristal empañado queriendo dejar pasar la luz que viene del exterior.
A pesar de ser la sinceridad el común denominador de todos los lanzamientos de R'Les, Autobuses, bicicletas y subterráneos se trata de su entrega más entrañable. Es un álbum que evoca vulnerabilidad sin que esta se vuelva un histriónico espectáculo que ponga al autor bajo un letrero que diga "¡miren lo emocional que puedo ser!".
Las canciones son cortas y esa también es parte de su efectividad y si bien se puede llegar a sentir muy uniforme durante su transcurso, podría ser que esté pensado como una sola pieza dividida en diferentes secciones. Los instrumentos emiten un reverberado muy casero, y la ambientación en general se siente bastante pequeña, reforzando el sentimiento de intimidad; esto se acentúa con ese ligero hissing que fue capturado por los micrófonos y en algunos errores en la ejecución. Delatore realmente está poniendo todo su ser en esta obra y se percibe; se siente como si estuviéramos a su lado mientras compone, y aunque nuestra presencia pudiera resultarle incómoda, se deleita al ver nuestras reacciones.
Esta es la primera vez en que podemos escuchar un teclado con tanta prominencia en un trabajo de Les y el impacto de cada tecla retumba con timidez, como si no quisiera sostenerse por tanto tiempo pero en su eco encuentra la seguridad necesaria para sonar por unos segundos más.
Las guitarras se mantienen distantes, permitiendo a este nuevo protagonista dejar su marca en el escenario.
Aunque aún hay post-rockismos presentes (la escala ascendente en "Escarabajo Riddle" y la cadencia de "Metal Torcido" son las principales delatoras) estos son lo suficientemente sutiles como para poder acusar a Delatore de estar incurriendo en más de lo mismo. Algunas partes podrán remontar al escucha a los pasajes más etéreos de bandas como Caspian, This Will Destroy You o Explosions in the Sky, pero por fin se puede decir que R'Les ha encontrado el equilibrio entre su amor por este género y su amor por la música en general.
Hacer música ambiental no debe confundirse con hacer música meramente instrumental, y aunque Delatore hace su mejor esfuerzo -teniendo muy buenos resultados- las partes en donde hay vestigios de ambient como tal son contadas. "El Chico del Pórtico" y ese chasquido al inicio de "Escarabajo Riddle" son los mejores ejemplos. Sin embargo, eso no afecta la experiencia altamente emocional que resulta de escuchar Autobuses, pero sí da pie a preguntarnos cómo sería experimentar un lado más aventurero de Delatore (o de alguna personalidad nueva de la psique del compositor), uno donde tenga un rol más activo en la manipulación sonora. Probablemente aún no es su momento, pero vale la pena considerarlo.
¿Se puede decir que este proyecto se aleja radicalmente de lo que ya se ha presentado a través de Triste Polizonte y Lazy Eye Syndrome? No realmente. Tampoco podemos decir que, con Autobuses, Delatore esté creando un nuevo nicho dentro de la música instrumental o que esté rompiendo paradigmas. Pero la evolución es notable y esto, en la relación artista-audiencia, se aprecia bastante. No espero ver a R'Les sucumbiendo ante ese monstruo de la monotonía que amenaza con hacer que todos los videos musicales tengan tonalidades pastel y usen de protagonistas a niños o adolescentes; ese mismo monstruo que convierte todas las canciones en una competencia por ver quién imita mejor a una banda indie sudamericana. Eso no iría con la estética Delatore/TP/LES, pero es importante que los artistas se mantengan en constante renovación.
El público debe quedar al final para evitar caer en complacencias y la música debe ir primero para evitar caer en indulgencias.
Como espectador, me resulta bastante interesante ver la metamorfosis de este compositor, y si me lo preguntan, o me puedo permitir la osadía, es con mucha seguridad que me atrevo a posicionar Autobuses, bicicletas y subterráneos como lo mejor en manos de este amante de la nostalgia y el reverb.
g.n.h.
Las canciones son cortas y esa también es parte de su efectividad y si bien se puede llegar a sentir muy uniforme durante su transcurso, podría ser que esté pensado como una sola pieza dividida en diferentes secciones. Los instrumentos emiten un reverberado muy casero, y la ambientación en general se siente bastante pequeña, reforzando el sentimiento de intimidad; esto se acentúa con ese ligero hissing que fue capturado por los micrófonos y en algunos errores en la ejecución. Delatore realmente está poniendo todo su ser en esta obra y se percibe; se siente como si estuviéramos a su lado mientras compone, y aunque nuestra presencia pudiera resultarle incómoda, se deleita al ver nuestras reacciones.
Esta es la primera vez en que podemos escuchar un teclado con tanta prominencia en un trabajo de Les y el impacto de cada tecla retumba con timidez, como si no quisiera sostenerse por tanto tiempo pero en su eco encuentra la seguridad necesaria para sonar por unos segundos más.
Las guitarras se mantienen distantes, permitiendo a este nuevo protagonista dejar su marca en el escenario.
Aunque aún hay post-rockismos presentes (la escala ascendente en "Escarabajo Riddle" y la cadencia de "Metal Torcido" son las principales delatoras) estos son lo suficientemente sutiles como para poder acusar a Delatore de estar incurriendo en más de lo mismo. Algunas partes podrán remontar al escucha a los pasajes más etéreos de bandas como Caspian, This Will Destroy You o Explosions in the Sky, pero por fin se puede decir que R'Les ha encontrado el equilibrio entre su amor por este género y su amor por la música en general.
Hacer música ambiental no debe confundirse con hacer música meramente instrumental, y aunque Delatore hace su mejor esfuerzo -teniendo muy buenos resultados- las partes en donde hay vestigios de ambient como tal son contadas. "El Chico del Pórtico" y ese chasquido al inicio de "Escarabajo Riddle" son los mejores ejemplos. Sin embargo, eso no afecta la experiencia altamente emocional que resulta de escuchar Autobuses, pero sí da pie a preguntarnos cómo sería experimentar un lado más aventurero de Delatore (o de alguna personalidad nueva de la psique del compositor), uno donde tenga un rol más activo en la manipulación sonora. Probablemente aún no es su momento, pero vale la pena considerarlo.
¿Se puede decir que este proyecto se aleja radicalmente de lo que ya se ha presentado a través de Triste Polizonte y Lazy Eye Syndrome? No realmente. Tampoco podemos decir que, con Autobuses, Delatore esté creando un nuevo nicho dentro de la música instrumental o que esté rompiendo paradigmas. Pero la evolución es notable y esto, en la relación artista-audiencia, se aprecia bastante. No espero ver a R'Les sucumbiendo ante ese monstruo de la monotonía que amenaza con hacer que todos los videos musicales tengan tonalidades pastel y usen de protagonistas a niños o adolescentes; ese mismo monstruo que convierte todas las canciones en una competencia por ver quién imita mejor a una banda indie sudamericana. Eso no iría con la estética Delatore/TP/LES, pero es importante que los artistas se mantengan en constante renovación.
El público debe quedar al final para evitar caer en complacencias y la música debe ir primero para evitar caer en indulgencias.
Como espectador, me resulta bastante interesante ver la metamorfosis de este compositor, y si me lo preguntan, o me puedo permitir la osadía, es con mucha seguridad que me atrevo a posicionar Autobuses, bicicletas y subterráneos como lo mejor en manos de este amante de la nostalgia y el reverb.
g.n.h.
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